Lupa, el videojuego protagonizado por una escort

Aunque no son algo realmente nuevo, los simuladores han conseguido un éxito descomunal en los últimos años. Tanto es así que se ha llegado al punto de que cualquier oficio, cualquier cosa que se nos pueda ocurrir, tiene su versión de simulación en un videojuego. La explosión de la industria indie y la llegada de pequeños estudios que han podido lanzar sus juegos sin muchos medios ha inundado las stores de juegos cuanto menos curiosos. Algunos consiguen destacar tanto que se convierten casi en objeto de culto, como ocurrió en su momento con Goat Simulator, donde debíamos ponernos en la piel de una cabra. Otros pasan sin pena ni gloria por las tiendas digitales, sumándose a esa ingente cantidad de juegos que amenaza con sepultar a los usuarios. Como con la reciente explosión de las plataformas de streaming, es literalmente imposible estar al día de todo, y siempre hay algunos juegos muy divertidos que se nos escapan.

Los simuladores son, como decíamos, un género ya muy bien asentado en la industria, que han tenido un nuevo empujón gracias a los estudios indies. Uno de ellos, el francés Klondike, lanzó hace unos años un curioso juego que llamó mucho la atención, tanto por su dinámica como por su temática. Se trataba de Lupa, considerado literalmente como un “simulador de prostitución”. Así, como suena, sin paños calientes. Si podíamos convertirnos en cabras, entrenadores de fútbol, pilotos de Fórmula 1, camioneros o bebés en otros simuladores, ¿por qué no en prostitutas? Lo verdaderamente original del título no era solo su temática, ya que hemos visto a trabajadoras del sexo en muchos otros juegos. En realidad, su parte más interesante estaba en la jugabilidad, ya que se necesitaba de una webcam y un micrófono, conectados al ordenador, para poder disfrutar del juego en su plenitud. Según sus propios creadores, la idea era ver hasta dónde era capaz de llegar el jugador, interactuando con sus gestos, para alcanzar la mayor puntuación en el juego. Está claro que en Klondike no habían jugado nunca al Just Dance y similares, pero se agradece al menos el esfuerzo por proponer algo diferente y novedoso.

Detrás de este título

En los últimos veinte años, los estudios indies de desarrollo de videojuegos han encontrado su lugar en la industria, hasta el punto de convertirse en una pieza clave de la misma. El éxito de las tiendas digitales como Origin o Steam ha permitido que cualquier desarrollador suba su título para que esté al alcance de todos los usuarios que lo deseen. Ahí, justo al lado de los triple A como la saga Assasin´s Creed o los imponentes Mass Effect, nos encontramos con juegos que han podido salir de la mente de una sola persona. La revolución de la estética pixel art ha permitido también centrarse en la jugabilidad y la interactividad, sin hacer tanto caso a los gráficos. Así es como el estudio Klondike, desde Francia, creó este simulador de prostitución al que denominaron Lupa, y lograron venderlo a todo el mundo.

Presentación

Lupa no es un título escogido al azar, por supuesto. La palabra significa “loba” en latín, pero también se relaciona con las prostitutas del antiguo Imperio Romano. Según se cuenta, estas mujeres proferían gritos, cuando no aullidos, para atraer a los clientes y que estos conocieran su ubicación. De hecho, la palabra “lupanar” deviene precisamente de esa raíz latina, como el “lugar de las prostitutas”. En Klondike decidieron crear este juego en 2D y con pixel art, donde el jugador se metía en la piel de una trabajadora sexual con ansias de ganar mucho dinero para liberarse de su chulo. Lanzado en septiembre de 2017 de forma totalmente gratuita, el juego generó una gran polémica, como es natural, ya que muchos pensaban que estaba incitando a la prostitución, o incluso burlándose de este oficio. Para los creadores, la temática era simplemente una excusa para poder introducir la mecánica de juego, lo verdaderamente llamativo de Lupa.

De qué trata Lupa

Enciendes el ordenador y conectas la webcam y el micrófono. Este paso es imprescindible para poder disfrutar de Lupa, ya que la interacción con estos dispositivos será esencial. Inicias el juego, y el software detecta tu figura, tu rostro y tu torso, a través de la cámara. Así mismo, puedes ajustar el volumen del micrófono, para estar más cómodo.  Con todos los preajustes listos… es hora de comenzar a ganar dinero. El juego empieza en la calle, en un decorado bastante retro, pero con toques también futuristas. Hay una chica en pantalla, con un look bastante atractivo. Es nuestro avatar. Somos una prostituta que debe conseguir mucho dinero para escapar de las garras de su chulo y tener una vida mejor, trabajando por su cuenta. El objetivo: 150.000 dólares. No es moco de pavo, así que vamos a tener que emplearnos a fondo.

Estás en la calle y tu primera misión es atraer a los clientes. Los coches pasan por tu lado, y algunos parecen detenerse, pero luego pasan de largo. Debes hacer algo para convencerles… Levantarte la camiseta y mostrar tus encantos, por ejemplo. Pero no hay ningún botón para eso en el juego. Tienes que llevar a cabo esa acción en la vida real, delante de la cámara, para que capte el movimiento y lo replique en la prostituta del juego. Tu nuevo método es todo un éxito y los hombres se fijan en ti, contratan tus servicios. Ha llegado la hora de darles el mejor orgasmo de tu vida, y por supuesto, también debes de “fingirlo” delante del micrófono, para que ocurra en el juego. Cuanto mejor lo hagas, más dinero obtendrás, y más cerca estarás de tu objetivo final. Así es Lupa, un título indie que te obliga a poner toda la carne (y la voz) en el asador, en una experiencia interactiva cuanto menos curiosa.

Recepción del videojuego

Lupa vio la luz en septiembre de 2017, cuando el boom de los simuladores absurdos parecía estar ya agotado. Sin embargo, los chicos de Klondike demostraron que todavía se pueden hacer cosas muy interesantes si le echamos imaginación y combinamos buenas dinámicas con un tema divertido. El juego se puso en descarga totalmente gratuita, así que cualquier usuario podía bajarlo y disfrutar de él sin pagar un solo céntimo. Klondike no buscaba ganancias, sino proyección, popularidad, y también publicidad. Y vaya si la lograron. Su curioso simulador de prostitución apareció en muchas webs sobre tecnología  y videojuegos, incluso en varios medios generalistas, levantando una gran polémica. Los chicos se defendieron aludiendo a que el tema era lo de menos, y no querían ser irrespetuosos con las escorts. Pero el objetivo ya estaba conseguido a esas alturas: llamar la atención. Y sin tener que levantarse la camiseta…