Publicado por Carlos Raúl
Cine

‘Erase una vez en Hollywood’, la última obra maestra de Tarantino

Hay directores que son un seguro en taquilla, porque cada película que producen es un éxito asegurado. Hay auténticos reyes Midas en esto del cine, como George Lucas, Steven Spielberg o más recientemente, Christopher Nolan. Suelen ser directores muy diferentes al resto, con una forma única de rodar y de contar historias. Y aunque hay maestros del montaje, de la escenografía, de la dirección de actores… pocos se pueden comparar con la arrebatadora pasión que levanta Quentin Tarantino entre los amantes del séptimo arte, como un director de culto al que estamos viendo hacer historia en la gran pantalla cada pocos años.

Distinto al resto, diferente y muy suyo, la genialidad de Tarantino reside precisamente en eso, en crear un estilo propio a base de referencias del cine y la cultura pop. Ávido cinéfilo desde su más tierna infancia, el trabajar en un videoclub durante muchos años le permitió adquirir una gran cultura audiovisual, que luego puso en práctica en su primera película Reservoir Dogs, un thriller ultraviolento que levantó tantos aplausos como ampollas en su presentación en Cannes. Luego llegaron Pulp Fiction, Malditos Bastardos, Los Odiosos Ocho, Django Desencadenado o Kill Bill. Su última película es Erase una vez en Hollywood, una historia sobre la meca del cine a finales de los 60, con un reparto estelar.

El cambio en la industria cinematográfica, la trama principal de esta cinta

El protagonista de la cinta es el actor Rick Dalton, una antigua estrella de la televisión ahora de capa caída, por el cambio que está suponiendo el cine y la propia televisión en cuanto a la grabación de las películas y series. Ese cambio toca de lleno al bueno de Rick, interpretado magistralmente por Leo DiCaprio, y también a su doble de acción, Cliff Booth, antiguo veterano de guerra reconvertido en especialista, que ve como su trabajo también peligra por el de Rick. Todo ello en una ciudad que muestra su cara más hermosa y lujosa, pero también la más oscura y tenebrosa.

Mientras Rick y Cliff luchan por sobrevivir tienen que ver como en la casa de enfrente, sus nuevos vecinos son auténticas estrellas en la meca del cine. Roman Polanski y Sharon Tate aparecen en sus vidas, aunque solo de refilón, y también de casualidad, Cliff se encuentra a una de las jóvenes que vive en el rancho Spahn, donde La Familia del psicópata Charles Manson se había asentado. Durante esos días de agosto de 1969, muchas cosas cambiarán en la vida de Rick y Cliff, pero también en la de Polanski y Tate, convergiendo Tarantino todas esas historias en un final apoteósico, como nos tiene acostumbrados.

 

Un reparto estelar

Cuando el cineasta norteamericano anunció su proyecto, lo primero que llamó la atención del gran público fue el reparto espectacular que estaba logrando reunir. Leonardo DiCaprio y Brad Pitt, dos de los actores más deseados de su generación, serían los protagonistas del filme, que contaría también con Margot Robbie interpretando a la inocente y espectacular Sharon Tate, la novia en aquel momento de Roman Polanski, quien también aparece en la cinta, por supuesto. El actor Damon Harriman fue el encargado de meterse en la piel del asesino Charles Manson, y entre sus seguidoras estaban actrices jóvenes con tanto talento como Margaret Quialey, Dakota Fanning o Victoria Pedretti. Redondean el estelar reparto nombres como Al Pacino o Luke Perry.

 

Charles Manson y ‘La Familia’

Tarantino ya adelantó hace tiempo que la película giraría en torno a las desventuras de Rick y Cliff en el cine y la televisión, pero que tendría como telón de fondo los crímenes que en aquel verano de 1969 aterrorizaron a Los Ángeles, cometidos por la secta conocida como La Familia, y dirigida por un músico frustrado llamado Charles Manson, que consiguió asentarse en un rancho cercano a la ciudad y desde allí hacerse con un montón de seguidores, a los que encomendó la tarea de eliminar a una persona que vivía en Cielo Drive, solo que las cosas no salieron como estaba previsto…

 

Recepción del público y la crítica

Cuando la película se vio por primera vez en el festival de Cannes, en un pase especial de inauguración fuera de concurso, las primeras críticas fueron muy favorables. La mayoría de los críticos entendió que Tarantino lo había vuelto a conseguir, que había logrado de nuevo dar en el clavo con una historia espectacular que guardaba muchísimo más de lo que aparentaba, en cuanto a guiños, a cameos, a mucho metacine. Divertida, electrizante, con un ritmo algo desequilibrado pero con un final que vale la pena cualquier esfuerzo, la película se ganó el cariño de la crítica antes de estrenarse en todo el mundo.

Y luego llegaron los aplausos por parte del público, que la considera ya como un clásico y uno de los mejores films del director, aunque también hay aquí opiniones contrapuestas. Algunos afirman que el ritmo de la película es demasiado lenta y su duración excesiva, considerando también que los diálogos ya no son tan chispeantes como Tarantino nos tiene acostumbrados. El caso es que la película lleva ya más de 250 millones de dólares recaudados en todo el mundo y va camino de los 300 millones, todo un hito para Tarantino y sobre todo, para el cine original, que cada vez es más complicado de encontrar.